Es obvio que las NTSI son una herramienta básica en la creación de videojuegos a día de hoy; en cualquier sector informático, suponen una ayuda inmediata al progreso, y desde los años 80 estas nuevas tecnologías han repercutido de forma casi inmedianta en la industria del ocio digital. Hoy en día, esa interconexión es, si cabe, aún más amplía, debido a diversos motivos favorecidos por la velocidad de las innovaciones y la difusión de éstas.
En primer lugar, nos encontramos, en la etapa del desarrollo del videojuego, conque ahora es mucho más sencillo ésta que hace 15 años o, al menos, con la misma dificultad logramos una mayor calidad. Rob Lara (cofundador de Over the Top Games) explica que el proceso de creación es básicamente el mismo para las pequeñas empresas de desarrollo: varios amigos/conocidos/trabajadores que se juntan en un garage u oficina y ponen sus conocimientos en común para desarrollar una idea de videojuego. Obviamente, el contacto humano sigue siendo vital; sin embargo, esta cooperación se ve favorecida por las nuevas tecnologías, que en ocasiones ahorrarán el tener que reunirse en un mismo lugar, permitiendo, por ejemplo, las videoconferencias o el intercambio inmediato de archivos.
Sin embargo, no es en el desarrollo donde encontramos los mayores avances. Tanto el propio Rob como Pedro González Calero (profesor del Máster en Videojuegos de la UCM), hacen notar que el proceso que más se ha agudizado merced a las nuevas tecnologías ha sido la distribución. En concreto, Internet y las descargas digitales han supuesto un avance enorme para el sector: se pueden desarrollar juegos con una difusión absolutamente masiva, capaz de llegar a cualquier rincón del planeta, pero más importante que ello aún, con un desarrollo asequible y de dimensiones reducidas, que abarata los costes tanto para los desarrolladores como para los usuarios, merced a la eliminación de los intermediarios (las grandes compañías distribuidoras). A un solo click podemos encontrar videojuegos para plataformas móviles o tablet, e incluso para consolas (con sistemas como Xbox Live o PlayStation Network), que nos ahorran el formato físico y, por tanto, los elevados costes de producción de éste.
Pero, ¿hasta qué punto puede funcionar este sistema? ¿Hasta qué punto están dispuestas las grandes compañías a tolerar las "pérdidas" que sufren al no ser intermediarias en este proceso de compra? Por supuesto, lo que se busca es un modelo conjunto, y también estas grandes desarrolladoras ven un aliado en las NTSI, no solo gracias al mencionado ahorro en los costes físicos, sino también al enorme ahorro que se realiza en publicidad y marketing, sector donde aún se destinan millones del presupuesto, pero que cada vez es (o parece más rentable).
Por supuesto, siempre quedarán (quedaremos, mejor dicho) los nostálgicos que prefieren comprar un videojuego en formato físico, pero eso no quita para que la distribución digital y las NTSI en general hayan supuesto un enorme empuje a un sector que cada vez se ve más imprescindible en nuestra sociedad, en todos sus ámbitos.
Hombre, es una pena que se tienda a dejar de lado el formato físico, sobre todo para gente de nuestro perfil (nostágicos, vaya) que queramos tener todo tangible, bonico, en nuestras manos (sí, yo soy un ente raro que sigue comprando discos), pero hemos de reconocer que la comodidad que conlleva internet... No tiene parangón ;)
ResponderEliminarHombre, la comodidad es inigualable... Pero ¿y el encanto de lo tangible? Zanjaré el debate, Salva, con una frase de Mel Gibson en Los Simpson.
ResponderEliminar"En la blandengue América de hoy, no queda sitio para violentos dinosaurios como nosotros. Yo lo achaco al regreso del swing".
Pues eso.
Jajajaja gran cita, Obli. Sin duda, estáis en lo cierto: no hay nada como el formato físico.
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