Recién habíamos estrenado milenio. El Partido Popular conseguía su primera mayoría absoluta, Figo y Guardiola jugaban juntos en el Barcelona y en España se miraba al futuro con esperanza, a pesar de que el mercado inmobiliario empezaba a dar muestras de descontrol en su crecimiento. Estamos en el año 2000: los teléfonos móviles han dejado de ser simples pedruscos con los que realizar llamadas para empezar ser dispositivos con muchas más posibilidades, como enviar sms o jugar al Snake.
Así veían en 1910 el futuro... |
El mundo de la informática estaba en auge. Poseer un ordenador, símbolo del nuevo milenio que acababa de nacer, era el ansia y objetivo de empresas y familias, de la misma manera que décadas atrás lo había sido la televisión. Por aquel entonces, cuando los que ahora formamos este blog no éramos más que niños sin demasiadas preocupaciones, Internet era un fenómeno en ciernes. La red, todavía en pañales, vivía momentos de gran expansión, sin conocerse realmente las posibilidades que nos abría esta nueva herramienta.
Microsoft dominaba el mundo de los ordenadores. La empresa de Bill Gates ejercía una posición hegemónica en el sector informático a través de su omnipresente Windows. Windows 98 era el sistema operativo de inicio en la mayoría de los PC´s vendidos. Linux tenía una presencia limitadísima, y Apple por aquella época vivía sumida en una importante crisis de ventas e identidad.
El famoso "pantallazo azul" de Windows 98 |
En este contexto, la incidencia de los denominados "virus informáticos" era un problema al que se llevaba enfrentando la industria desde que apareciera el virus Creeper en ARPANET en 1971. La presencia ubicua de Windows en todo el mundo, con sus graves fallos de seguridad, unida a la propagación veloz que proporcionaba Internet fueron el impulso necesario para el crecimiento de este fenómeno.
Tras el virus CIH (1998), primero en ocasionar verdaderos daños en empresas en cuestión de pérdida de información (causó entre 20 y 80 millones de pérdidas en dólares) vino Melissa (1999), creado por un informático americano y que sentó las bases para la producción de software malicioso desde entonces en adelante. Melissa tenía la particularidad de propagarse a traves de un archivo Word o Excel mostrando un mensaje engañoso. Aprovechándose de la ignorancia y buena voluntad de los usuarios, este virus afectó a entre el 15 y el 20% de los ordenadores del mundo, ocasionando pérdidas cifradas entre 300 y 600 millones de dólares.
Esto era lo que te encontrabas cuando recibías el e-mail de ILOVEYOU |
Es aquí cuando llegamos al virus que nos ocupa. Bueno, en realidad, el virus ILOVEYOU era un gusano informático, llamado así porque se autoduplicaba y transmitía sin necesidad de intervención de una persona. Fue un estudiante de informática filipino, Onel de Guzmán, quién decidió liberar su creación tras haberla presentado en su tesis y ser rechazada. El virus apareció en Filipinas el 4 de mayo del 2000. El efecto fue inmediato: un día después, estaba en Hong Kong, Europa y Estados Unidos. Para el 13 de mayo, 50 millones de ordenadores ya estaban corrompidos. ILOVEYOU atacó El Pentágono, la CIA, el Parlamento Británico y compañías como Ford, AT&T, Vodafone y Dell. En España, se vieron muy afectadas empresas como Iberia, Prisa, Endesa y Telecinco.
Pero, ¿qué es lo que hacía tan virulento a ILOVEYOU? Era un gusano muy simple programado con Visual Basic Script (.vbs), programa de uso muy sencillo. Se presentaba a través de e-mail, con el asunto "ILOVEYOU" que incluía un archivo adjunto llamado "LOVE-LETTER-FOR-YOU.TXT.vbs". Esto hoy en día nos parece ridículo y nos haría sospechar, pero en el año 2000 millones de incautos picaron y abrieron el archivo adjunto, creyendo que sería de un admirador secreto. Una vez dentro del ordenador, modificaba los ficheros del PC y se autoenviaba a todas las direcciones de la agenda de Microsoft Outlook del usuario. Mientras, sobreescribía los archivos del disco duro con código, modifica su tamaño y los convierte a la extensión .vbs, lo que conlleva la pérdida de toda la información.
¿Consecuencias? Entre 5.500 y 8.700 millones de dólares en pérdidas. Acusación contra Onel de Guzmán, que no se llevó a cabo al no existir legislación sobre el caso en Filipinas. Y, sobretodo, un cambio de actitud en empresas y usuarios. Las primeras, al empezar a tomarse en serio la seguridad en Internet, lo que supuso el crecimiento de grandes empresas de software antivirus con Panda o Norton. Los segundos, porque nos dimos cuenta de que en la red no es oro todo lo que reluce. Internet, la herramienta que supuso un salto cualitativo en nuestro crecimiento como raza, también tenía su lado oscuro.